Jerónimo González        

Escrito por:   Francisco Palacios González   Área de Historia de "Langreanos en el mundo"

      D.Jerónimo González Martínez, hijo predilecto de Langreo

                Jerónimo González Martínez nació en Sama de Langreo el 11 de febrero de 1875. Realizó la enseñanza primaria en la escuela que entonces dirigía José Bernardo.
              Entre sus recuerdos infantiles en Sama, recordaba años después en una conferencia que, estando jugando con otros niños, había sido testigo de una gran manifestación que se dirigía hacia el Ayuntamiento con motivo de la primera huelga general de los mineros de la Cuenca (es casi seguro de que se trata de la huelga de 1881), presenciándola desde el tejado de la antigua capilla de San Juan, que estaba situada en la actual calle Carracito de Sama.
    Cursó los estudios de Bachillerato en el Colegio de Valdediós (Villaviciosa) y la carrera de Derecho en la Universidad de Oviedo, donde se licenció en Derecho Civil y Canónico con la calificación de sobresaliente, doctorándose con sólo 22 años. Fue discípulo de Lepoldo Alas, Clarín y de Félix de Aramburu.
El mismo Jerónimo reconocía más tarde que Clarín había ejercido una gran influencia en su vida, tanto científica como humanamente.
             Terminada la carrera, desempeñó el cargo de fiscal en el Juzgado Municipal de Langreo y fue también profesor de matemáticas en el Colegio Municipal de Segunda Enseñanza de Sama.
             En 1904 publicó algunos trabajos de notable profundidad sobre la guerra ruso-japonesa en el semanario samense, El Porvenir de Langreo, del que era habitual colaborador. Y un artículo más jocoso, titulado “La comedia” que terminaba así:
      “Ruego a los langreanos de buena voluntad y amantes de los honestos esparcimientos que den comedia o recuerden , por lo menos, las palabras del ingenioso Hidalgo, que a modo de saludo dirijo a los comediantes del valle: <Andad con Dios, buena gente, haced vuestra farsa y mirad si mandáis algo en que pueda seros de provecho, que lo haré con buen ánimo y buen talante, porque desde mucha fui aficionado a la carátula y en mi mocedad se me iban los ojos tras la farándula>".
             Se estableció luego en Gijón, alternando la abogacía con las funciones de secretario de la Cámara de Comercio. En 1906 hizo oposiciones a la Dirección General de los Registros y del Notariado, obteniendo el número uno de su promoción. Dos años después contrajo matrimonio con las gijonesa Guadalupe Velasco, fijando definitivamente su residencia en Madrid.
            A propósito de ser designado en 1923 asesor técnico del Ministerio de Gracia y Justicia, numerosos samenses envían a la Corporación langreana un escrito que fue leído en la sesión del 29 de septiembre de ese año, que decía entre otras cosas:
      “Los langreanos no podemos por menos de acoger el nombramiento con muestras de verdadera satisfacción, puesto que el señor González, hombre docto, personalidad prestigosa en todas las ramas del saber humano tuvo cuna en nuestro querido concejo, saliendo de él para honrarlo y darlo a conocer en toda España, como semillero de hombres capaces, que, en un momento dado, ponen de manifiesto su nombre…Como buenos langreanos, forzosamente tenemos que acoger con júbilo y felicitar, en nombre de Langreo, al distinguido samense, que si en todo momento ha sabido honrar a su pueblo, en que por primera vez vió los rayos solares, ahora lo glorifica ante España entera.
           Ello es motivo más que suficiente para que, de manera unánime, acudamos a esa Ilustre Corporación al objeto de que, recogiendo el sentir del hidalgo y siempre noble pueblo de Langreo, eleve a Don Jerónimo González el testimonio de la más sincera felicitación".
La Corporación aprobó por unanimidad el escrito de los vecinos.
Días más tarde , Jerónimo González respondía en un efusiva carta:
“Más que cuantas felicitaciones he recibido por el honroso puesto que me ha conferido el encargado del Despacho de este Ministerio de Gracia y Justicia, me satisface el afectuoso recuerdo del Pueblo en que nací y en que yacen mis querido padres. Por grande que sea la distancia que los azares de la vida ponga entre todos siempre tendré presente lo mucho que debo a mis antiguos convecinos de quienes me declaro, para cuanto se refiere al bien público, su esclavo antes que servidor”
              En 1925 funda y dirige la prestigiosa Revista Crítica de Derecho Inmobiliario. En 1927 fue nombrado miembro de la Comisión Codificadora del Ministerio de Gracia y Justicia (ya era asesor técnico de dicho ministerio). Y a propósito de este nombramiento un periódico ovetense comentaba: “Jerónimo González esta siempre en Madrid dispuesto a laborar por los intereses de todo el concejo empleando para ello sus muchas amistades en la Corte”. Ciertamente Jerónimo había desempeñado por esas fechas un papel fundamental a favor de la unidad de Langreo en el proceso segregacionista iniciado por La Felguera.
Lo recordaba Cándido Fernández Riesgo dos décadas más tarde: “El langreanismo de Jerónimo González, su amor e interés por las cosas y problema de su pueblo lo demostró de manera cumplida en un momento grave difícil , culminante en el que peligraba la unidad de Langreo y en el cual don Jerónimo González fue el factor decisivo e influyente y gracias a su personalidad relevante y a sus amistades y simpatías en Madrid —yo soy testimonio de excepción de ello— no sólo quiso, sino que supo evitar que no se consumase la segregación”.
Otro influyente langreano jugó también un papel de primer orden en aquel proceso: el líder del Sindicato Minero, Manuel Llaneza.
               En el verano de 1929, sin duda por sus servicios en Madrid, se le concedió el título de Hijo Predilecto de Langreo. En la moción presentada por el teniente de Alcalde Manuel Suárez se argumentaba que el Ayuntamiento de Langreo “tenía contraída de tiempo una deuda de gratitud con uno de sus más ilustres hijos…, cuyo prestigio, en importantes ramas del saber, hallábase difundido grandemente por todo el país y extendido también a otros". Y continuaba: “hacer reseña de los innúmeros merecimientos del ilustre langreano sería una labor harto prolija…Alumno aventajadísimo de la gloriosa Universidad ovetense, formó parte de aquella meritísima pléyade de jóvenes que irradiaron por todo el país el caudal profundo de sus sólidos conocimientos, ganando para aquel Centro el más firme de los prestigios…Se erigió , por su valer, en una de las más destacadas autoridades que España tiene en Derecho Hipotecario tanto en España como en el extranjero”
                 Se decía asimismo en esa moción que era un destacado profesor de la Universidad Central de Madrid, un brillante conferenciante en el Ateneo Científico de Madrid y un renombrado un miembro de la Academia de Jurisprudencia. Se le presentaba igualmente como “un paladín esforzado” de la causa de Langreo: “muchas comisiones municipales destacadas en Madrid, con distintos motivos y todos ellos de interés para el concejo, han encontrado en don Jerónimo el orientador perspicaz, primero, y después la resolución favorable de las pretensiones. Sus intervenciones estaban muy latentes en diversos expedientes de la máxima importancia…”
                Por todo ello se solicitaba que Jerónimo González fuera designado Hijo Predilecto de Langreo y que se le diera su ilustre nombre a una calle de la villa de Sama, que muy bien pudiera ser la plaza situada detrás de las Casas Consistoriales, con las dos travesías que le corresponden, y que haciéndolo así el Ayuntamiento de Langreo se honraría a sí mismo, porque pondrá de manifiesto un elevado sentimiento de justicia y de gratitud. Esta proposición fue también aprobada por unanimidad. Durante la Segunda República, Jerónimo González fue presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo. Fue detenido en Gijón y encarcelado algunos días en 1937. Fue rehabilitado a principios de 1940 en su cargo de funcionario en la Dirección General de los Registros y del Notariado, ejerciendo como subdirector entre 1942 y 1945, año en que se jubiló.
                Jerónimo González fue amigo de personalidades políticas tan dispares como puedan serlo Manuel Azaña y Carlos Arias Navarro. Azaña escribió en sus Memorias el 7 de septiembre de 1937: “Sánchez Román me ha dado la noticia, que me alegra, de que nuestro antiguo compañero, D. Jerónimo González, presidente de una Sala del Supremo, está vivo en Asturias”, añadiendo luego, “Sánchez Román no cree posible que su antiguo maestro simpatice con los rebeldes”.
                Y Arias Navarro, que había sido alumno suyo y trabajado con él en la Dirección General de los Registros, en los años setenta del siglo pasado se refería “a la insigne figura de D. Jerónimo González, maestro de maestros, dechado de bondad y a quien la ciencia jurídica española recordará siempre con admiración y gratitud”.
Jerónimo González Martínez murió el 9 de noviembre de 1949 en la parroquia gijonesa de Somió.
               Además de la calle solicitada que desconocemos si llegó a rotularse, llevó su nombre la Biblioteca Pública de Sama de Langreo y actualmente lo lleva el Instituto de Enseñanza Media también de Sama
Bibliografía: Cándido Fernández Riesgo, Conferencia sobre Jerónimo González pronunciada en la Biblioteca Pública de Sama de Langreo en 1952; y Florencio Friera Suarez, “Las coordenadas históricas de un ilustre langreano: D. Jerónimo González”, BIDEA, 1976, pp. 453-502.
                                                                                                                                                                       

Y además; Artículo en la Nueva España

 

 



Y además